El Mito de Sísifo - Albert Camus

No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio. Juzgar si la vida vale o no vale la pena de vivirla es responder a la pregunta fundamental de la filosofía. Las demás, si el mundo tiene tres dimensiones, si el espíritu tiene nueve o doce categorías, vienen a continuación. Se trata de juegos; primeramente hay que responder. Y si es cierto, como pretende Nietzsche, que un filósofo, para ser estimable, debe predicar con el ejemplo, se advierte la importancia de esa respuesta, puesto que va a preceder del gesto definitivo (...).

     Levantarse, coger el tranvía, cuatro horas de oficina o de fábrica, la comida, el tranvía, cuatro horas de trabajo, la cena, el sueño y lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábado con el mismo ritmo es una ruta que se sigue fácilmente durante la mayor parte del tiempo. Pero un día surge el "por qué"...

     "Comienza": esto es importante. El cansancio está al final de los actos de una vida maquinal, pero inicia al mismo tiempo el movimiento de la conciencia. La despierta y provoca la continuación. La continuación es la vuelta inconsciente a la cadena o el despertar definitivo. Al final del despertar viene, con el tiempo, la consecuencia: suicidio o restablecimiento. En sí mismo el cansancio tiene algo de repugnante. Debo concluir que es bueno, pues todo comienza por la conciencia y nada vale sino por ella. (...) La simple "inquietud" está en el origen de todo.

     Asimismo, y durante todos los días de una vida sin brillo, el tiempo nos lleva. Pero siempre llega un momento en que hay que llevarlo. Vivimos del porvenir: "mañana", "más tarde", "cuando tengas una posición", "con los años comprenderás...

Albert Camus, "El mito de Sísifo"

El texto planteá que el aburrimiento es el despertar de la conciencia, lo cual hace que nos replanteemos si debemos continuar con la monotonía o suicidarnos. El autor plantea que decidir si la vida vale o no la pena es responder a una de las preguntas fundamentales de la filosofía. Que al cansarnos de la monotonía debemos elegir si volver a ella o olvidar, al olvidar, con el tiempo, podemos volver a otra rutina igual o diferente o bien, podemos acabar con la vida al aburrirnos de ella. El autor desde mi punto de vista cree que acabar con la vida responde a uno de los mayores enigmas de la filosofía y que no depende de nosotros. El texto terminaría así: con años comprenderás que el tiempo no vuelve, que los años de la infancia, la adolescencia no los volverías a tener y que para vivir la vida de la mejor manera posible hay que aprovechar cada segundo, cada segundo que malgastes en discutir, en enfadarte o pelear es tiempo perdido, ya que nos haría la vida más dura y no emplearías el tiempo en las cosas que nos completan.



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