S. Freud
"Recapitulando nuestro examen de la génesis psíquica de las ideas religiosas, podremos ya formularla como sigue: tales ideas, que nos son presentadas como dogmas, no son precipitadas de la experiencia ni conclusiones del pensamiento: son ilusiones, realizaciones de los deseos más antiguos, intensos y apremiantes de la Humanidad. El secreto de su fuerza está en la fuerza de estos deseos. Sabemos ya que la penosa sensación de impotencia experimentada en la niñez fue lo que despertó la necesidad de protección, la necesidad de una protección amorosa, satisfecha en tal época por el padre, y que el descubrimiento de la persistencia de tal indefensión a través de toda la vida llevó luego al hombre a forjar la existencia de un padre inmortal mucho más poderoso. El gobierno bondadoso de la divina Providencia mitiga el miedo a los peligros de la vida; la institución de un orden moral universal, asegura la victoria final de la Justicia, tan vulnerada dentro de la civilización humana, y la prolongación de la existencia terrenal por una vida futura amplía infinitamente los límites temporales y espaciales en los que han de cumplirse los deseos."
S. Freud, "El porvenir de la ilusión" (1923)
S. Freud, "El porvenir de la ilusión" (1923)
Freud
es un psicoanalista de mediados del siglo XIX, tuvo gran influencia
en el marco más amplio de la cultura occidental moderna. A Freud le
atrajo en un principio la idea de enfocar la psicología desde la
fisiología. Había estudiado medicina, e inició su práctica
clínica y comenzó a desarrollar el psicoanálisis como ciencia y
como terapia.
Para
Freud el sentido de la vida de las personas es alcanzar un fin
determinado, y el de las personas es conseguir placer sexual, es
decir, nuestro sentido de la vida está en el interior, y por eso ha
creado tres puntos de vista de las diferentes personalidades, de cada
persona.
El
“ello”, que es la parte instintiva de nuestra personalidad, el
“yo”, este es racional y consigue dominar los instintos de
“ello”, guiándose por el principio de realidad y por último, el
“súper yo”, es inconsciente y se forma durante el periodo
edipico.
El
texto engloba grandes análisis acerca del génesis de la cultura
religiosa en relación con la evolución del hombre y la conquista de
la Naturaleza. Presenta las ideas como un fiel reflejo de sus
investigaciones fundamentadas en el método científico, pero con el
singular beneficio de partir desde una perspectiva psicológica.
Dentro
de su estructura psíquica humana podemos observar el siguiente
nivel: El Yo, es decir los elementos conscientes, este nivel psíquico
tiene como objetivo adaptarnos a la realidad, por ello funciona según
el principio de realidad.
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